El comercio eletrónico aumenta un 30% en España. Consejos para hacer una compra segura,

Fecha: 31-07-2019 - Categoría: Consumo

Según los últimos datos publicados el comercio electrónico ha crecido un 30% en España y se sitúa en torno a los 40.000 Millones de euros.

Es un ritmo acelerado y en constante crecimiento del comercio electrónico en España. Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en 2018 este sector facturó casi 40.000 millones de euros, un 29% más que el año anterior.

A lo largo del año pasado en España se hicieron casi 700 millones de transacciones en compras online y en el cuarto trimestre de 2018 la facturación del comercio electrónico alcanzó los 10.820 millones de euros y 205 millones de transacciones.

Las agencias de viajes es donde se concentra la mayor parte, con el 11,5% de la facturación total, seguido de las aerolíneas, con el 8,6%. De esta manera prácticamente el 20% de la factura online de los españoles está en el negocio turístico. La tercera categoría por peso de los ingresos es la moda, con un 6,8% del total.


Desde la CUS - Salud, Consumo y Alimentación queremos recordar los consejos y recomendaciones más generales para hacer unas compras seguras en la red:
  • No facilitar datos bancarios o datos personales por correo electrónico o en formularios web de origen poco claro.
  • Descargar las aplicaciones móviles sólo en las tiendas oficiales.
  • Evitar conectarnos a redes Wi-Fi abiertas (es decir, sin contraseña) de las que no conozcamos el propietario-
Si queremos comprar o contratar por Internet debemos escoger un comercio electrónico que sea seguro y de confianza y del que tengamos alguna buena referencia (por amigos, familiares o conocidos):

Si no conocemos la web en el que queremos comprar, buscamos en internet la opinión de otros consumidores sobre aquella empresa, antes de comprar.

Si lo que compramos son entradas a conciertos o espectàles hagámoslo sólo en los portales de los distribuidores oficiales!

Miremos que la web de la tienda virtual sea mínimamente cuidadoso, con datos de contacto y condiciones totalmente claras en cuanto a los sistemas de pago y de envío.

Como ya hemos dicho, no es recomendable acceder a tiendas virtuales desde enlaces que nos lleguen por mensaje o por e-mail.

Antes de comprar, comparamos precios a diferentes sitios web. Si detectamos diferencias muy grandes, desconfiamos! Podría tratarse de un caso de falsificación o de intento de estafa.

Una pista para detectar un web seguro es que la dirección electrónica empiece por https: //. En la parte inferior del navegador debe aparecer el dibujo de un candado cerrado.

Evitemos hacer compras a través de ordenadores públicos y redes Wi-Fi abiertas!

Importante: Pensemos que, si compramos en tiendas virtuales con sede fuera de la Unión Europea y tenemos ningún problema, la situación será más compleja y difícil de resolver.

Además de quedar claramente identificado el vendedor (nombre, dirección, etc.) deben informar sobre:
  • Todos los detalles de las características del producto o del servicio.
  • Información suficiente y completa sobre el precio total (con impuestos incluidos) y de los gastos de envío (si es que son a nuestro cargo, porque a veces el envío es gratuito).
  • La modalidad y el plazo máximo de entrega del producto o de inicio de la prestación del servicio.
  • En su caso, información sobre el derecho de desistimiento que nos permite devolver el producto o cancelar el contrato dentro de los 14 días siguientes.
  • Los sistemas de devolución del producto si, por ejemplo, es defectuoso o nos envían un producto incorrecto.
  • Las modalidades de pago disponibles.
  • Las condiciones del contrato.
Una vez hecho el pedido, tenemos que recibir un mensaje de confirmación con toda la información relativa al producto y al precio. Conservémoslo.

Finalmente, hay que recordar la existencia del derecho de desistimiento. En las compras y las contrataciones a distancia tenemos derecho a desistir, es decir, a devolver el producto dentro del plazo legal de 14 días desde que lo recibimos (o desde el momento en que aceptamos o firmamos el contrato, si se trata de un servicio).