Alimentos Ultraprocesados: Una confusión para el ciudadano

Fecha: 05-10-2023 - Categoría: Alimentación


La mesa de debate contó con expertos de diferentes áreas: Abel Mariné (Catedrático de nutrición y bromatología-Universitat de Barcelona), Olga Martin (catedrática de Tecnología de Alimentos en la Universidad de Lleida), Carlota Martinez (Responsable del área de nutrición y salud de la Federación Española de Alimentación y Bebidas -FIAB) y Carme Sabater (Presidenta de la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad, Salud, Consumo y Alimentación) y fue moderada por Yvonne Colomer (Directora ejecutiva de Fundación Triptolemos).

La expresión “alimento o producto ultraprocesado” es muy utilizada por dietistas, nutricionistas y comunicadores, y siempre en el sentido de producto peligroso que debe eliminarse de la alimentación o reducirse al máximo. Además el termino está muy arrelado en los medios de comunicación e incluso en organismos oficiales nacionales e internacionales.

Se puso de manifiesto que la confusión que genera el término ultraprocesado, la desinformación y las fake news que lo rodean, ya sea por ignorancia o por intereses (económicos o ideológicos) a medio largo plazo no beneficia a nadie. Crea desconfianza y angustia en la población. Y más si añadimos que alimentarse es una necesidad biológica que debe producir satisfacción.

La Fundación Triptolemos no es ni una institución académica ni legislativa, pero está entre sus funciones sensibilizar y dinamizar acciones para mejorar el funcionamiento del sistema alimentario sostenible con criterios de rigor científico contrastado y actualizado. Propone el desarrollo de una definición clara, precisa y rigurosa del concepto de alimentos ultraprocesados, basada en la ciencia contrastada y la tecnología de procesos. Con el objetivo de aumentar la seguridad y la confianza de los ciudadanos en el sistema alimentario. A partir de regulaciones legales adecuadas y no con criterios emocionales y confusos, y elevarlo a diferentes instituciones y organismos internacionales.

Y, en definitiva, hay que transmitir a la ciudadanía que tratar o procesar correctamente un alimento, no significa “maltratarlo” sino adecuarlo para posibilitar o facilitar su consumo y en muchos casos evitar su desperdicio. Hay que referirse a dietas más o menos adecuadas no a alimentos buenos o malos per sé, si cumplen con la legislación que les concierne. Los productos tienen que ser seguros y las dietas adecuadas, con las debidas proporciones de los diversos tipos de alimentos.